Croquetas de bacalao

Un clásico que no puede faltarnos!!, es una manera estupenda de comer pescado de una manera diferente y además es ideal para los peques, que se las comerán con mayor facilidad.

A veces es muy fácil caer en la tentación de comprar las croquetas congeladas en el super, pero éstas croquetas no nos van a llevar demasiado tiempo, y además salen por lo menos dos docenas. Así que las podemos congelar y nos servirán para hacerlas rápidamente en cualquier ocasión.






Mejor si son dos lomos de bacalao que vienen con menos espinas, pero sirve cualquier parte. Yo lo uso congelado o fresco, sin salazón. Si lo compramos salado, hay que ponerlo en remojo la noche antes y además hay que controlar el punto de sal de la masa, ya que éste tipo de bacalao es muy salado.

  • Dos lomitos de bacalao
  • 1 o 2 dientes de ajo
  • 1 cebolleta (o cebolla)
  • Tres o cuatro cucharadas de harina
  • Leche, un vaso
  • Un chorrito de aceite de oliva
  • Una cucharada de mantequilla o margarina
  • Una pizca de sal y pimienta
  • Un huevo y pan rallado para rebozar

Hervimos el bacalao y lo dejamos templar.

Picamos el ajo y la cebolleta, bien pequeñito. Lo pochamos con un chorrito de aceite de oliva, sin dejar que se dore ni coja color. Queremos que esté transparente.

Desmenuzamos el bacalao y lo añadimos a la sartén. Salpimentamos y añadimos tres cucharadas de harina.
Mezclamos bien, así la harina se cocinará un poco, añadimos una cucharada de mantequilla o margarina (al enfriarse la masa, la mantequilla ayuda a que sea más manejable).

Vamos agregando poco la leche, hasta que consigamos una masa jugosa, que se separe fácilmente de la sartén.

Dejamos que temple, hacemos bolitas redondas o alargadas, pasamos por huevo y pan rallado. Freímos en aceite caliente.

Un truco para que al hacer las bolitas no se nos pegue a las manos, es tener las manos húmedas. Así que cada poco, nos las mojamos.


Meriendas caseras para una tarde de domingo....

Los domingos por la tarde siempre los he sentido como espacios para poder hacer lo que me apetece, es el último suspiro de la semana cuando ...