Empanadillas de salmón y cebolla caramelizada

Éstas empanadillas de salmón fue de las primeras recetas que publiqué, y ya era hora de hacerles una fotos que estuvieran a la altura de su sabor!!

Se han convertido en unas clásicas, y es que el contraste de la cebolla caramelizada con la crema de queso y el salmón, y la masa crujiente, es lo más.

Quedan de maravilla como aperitivos en fiestas, reuniones y para Navidad. Y lo mejor es que podemos dejarlas hechas con horas de antelación, incluso el día antes si las conservamos bien.

empanadillas de salmón

Para la cebolla carameliza,
  • 1 cebolla
  • 1 cucharada de azúcar moreno
  • Un chorrito Coñac, Brandy (o cualquier licor que tengamos por casa y sea dulzón), también se puede hacer con vinagre
  • Una cucharada de mantequilla o aceite
1. En una sartén ponemos a fuego lento la mantequilla o aceite.
Cortamos la cebolla en juliana (tiras), y las echamos a la sartén. Cocinamos hasta que la cebolla esté tierna y casi transparente.

2. Añadimos el azúcar, y cuando observemos que empieza a desaparecer (se funde), echamos el chorrito de licor o vinagre. Movemos con cuchara de madera, y veremos como poco a poco, el liquido desaparece para dar lugar a una textura de caramelo fundido, con un bonito tono dorado. Apagamos el fuego, y dejamos que temple.


Para el relleno de queso y salmón,
  • Un paquete de empanadillas
  • 1/2 tarrina de queso de untar, si es light mejor.
  • Un  manojito de cebollino fresco.
  • Un poco de eneldo, fresco o seco
  • 150 gr. de salmón ahumado aprox. 
  • zumo de medio limón

Mezclamos el queso, el salmón picado, el cebollino y el eneldo picado y el zumo de medio limón.



En cada oblea de empanadilla colocamos un poco de cebolla caramelizada. No hay que poner mucho de ningún ingrediente, para que la empanadilla cierre bien.


Encima ponemos una cucharadita de crema. si ponemos demasiada, no podremos cerrar bien la masa.


Para cerrar hacemos la forma del triángulo apretando en el centro para que queden unidos los tres lados, y cerramos desde el centro hacia las esquinas.


Si nos resulta difícil darles ésta forma triangular, pues hacemos empanadillas de toda la vida.

Engrasamos con unas gotas de aceite un papel de horno. Pintamos las empanadillas con el huevo batido, espolvoreamos con sal gorda y semillas de sésamo.



Metemos en el horno a 200 grados, unos 10 o 15 minutos, hasta que estén dorados. Se comen calientes o frios, igual de buenas están!!

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