Lo confieso, no me gustan las alcachofas!!, nunca me han gustado. Pero he decidido darles una oportunidad, y me han quedado fenomenales. Estaban muy buenas así tal cual, pero ya estoy pensando en ponerlas en una pizza o algo así... ya os contaré!!
- 6 alcachofas (o las que queramos)
- 1 limón
- 2 o 3 dientes de ajos
- 1 cucharada de orégano
- 1 cucharada ají molido dulce (si lo tenemos)
- 1/2 vaso de vinagre
- 1 vaso de agua
- Sal
Hay que tener en cuenta que al pelar las alcachofas se quedan en la mitad de la mitad de lo que eran. Y además se oxidan a la velocidad de la luz, por lo que el limón en muy importante.
También hay que tener en cuenta que las manos se ponen negras y sobretodo las uñas, si podemos nos ponemos guantes.
También hay que tener en cuenta que las manos se ponen negras y sobretodo las uñas, si podemos nos ponemos guantes.
Pelamos la alcachofas quitándoles las hojas más duras y los rabos. Conforme las vayamos pelando las vamos sumergiendo en agua con sal y el zumo de un limón. Las podemos poner enteras o cortadas por la mitad.
Si las alcachofas están algo ennegrecidas o con motitas, ya vereis como el vinagre hace milagros, las pone blanquitas de momento!!
Las hervimos en agua con sal unos 20 minutos, escurrimos y las ponemos bajo el grifo con agua fría.
Las echamos en un recipiente y las cubrimos con agua, echamos 1/2 vaso de vinagre, los ajos machacados, el orégano, el ají y un pellizco de sal.