- 1 paletilla o pierna de cordero
- 1 cabeza de ajos pelados
- Una ramita de perejil
- 1 limón
- Un poco de manteca de cerdo o aceite de oliva
- Sal
Le decimos al carnicero que nos haga unos 3 cortes (sin llegar a cortar la pata) para favorecer que absorba los sabores.
Machamos los ajos, añadimos el zumo de un limón, el perejil picado y un chorrito de aceite de oliva (o manteca de cerdo fundida, esto hará que la corteza del cordero esté más crujiente). Mezclamos bien y untamos toda la pata.
La colocamos sobre una fuente de horno y echamos un poco de sal por encima (si es sal gorda mejor). Horneamos entre 25 y 35 minutos a 220 grados (dependerá del grosor de la pata y del punto de la carne que nos guste).
He aprovechado y he metido un par de patatas, se han asado junto al jugo del cordero. Buenísimas, si al acabar el tiempo de horno pinchamos las patatas y por el centro siguen duras, las metemos unos minutos al microondas. Las he acompañado de crema agria.
Ni en los mejores restaurantes se come así de bien!!