Medallones de solomillo con salsa de cebolletas

Digamos que la foto habla por si sola, a mí todavía cuando la veo me sigue apeteciendo.

La salsa es muy suave y ligera, muy lejos de robarle protagonismo a la carne, que estaba... umm, se hacía agua en la boca.


Con una pieza de solomillo pueden salir de 5 a 8 medallones, según el tamaño


  • 1 solomillo (si es para dos personas, con media pieza es suficiente)
  • 1 o 2 cebolletas
  • 1/2 vasito de vino blanco
  • Una cucharadita de maicena (harina de maíz)
  • Un  pellizco de sal o un trocito de pastilla de caldo
  • Sal gorda y pimienta
  • Aceite de oliva

Cortamos la cebolleta, en juliana o picada, y la pochamos con un poco de aceite de oliva (una cuchadada o dos). En un vaso añadimos el vino blanco (llenamos la mitad del vaso) y disolvemos la cucharadita de maicena. Añadimos a la cebolleta, salpimentamos y cocinamos a fuego lento hasta que la salsa espese un poco, (con la maicena sucede en unos minutos). Si nos queda muy espesa, rebajamos con agua hasta tener la textura que nos guste.

Cortamos el solomillo en rodajas o medallones de unos dos dedos de grosor. A fuego medio doramos por ambos lados, cada uno que lo cocina a su gusto. Hay que tener en cuenta que al ser grueso, el centro tardará más en cocinarse, pero lo propio es que esté en su punto, jugosito.

Dejamos reposar la carne unos minutillos, y servimos acompañandola con la salsa.

Meriendas caseras para una tarde de domingo....

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