Es un plato muy nutritivo y muy económico al mismo tiempo, con una sola berenjena podemos tener para dos raciones, claro que los comilones se comerán las dos mitades.
No hay usar demasiada carne picada, la cantidad que os pongo es aproximada, ya que dependerá de cuantas raciones queráis cocinar y del tamaño de las berenjenas. Pero lo que hay que tener en cuenta es que la carne va a engordar con la cebolla, la berenjena y la bechamel.
Para dos personas, porque en casa somos dos...
- 1 berenjena grande o dos más pequeñas
- 1 cebolla
- 200 gr. de carne picada
- Una cucharadita de orégano u albahaca (opcional, pero le da un toque muy rico)
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Queso rallado
- Un pellizco de sal
Para la bechamel,
- Una cucharada de harina
- Una cucharada de mantequilla o aceite de oliva
- Un vaso de leche
- Un pellizco de sal
1. En una sartén ponemos el aceite a fuego lento, y añadimos la cebolla picada, y la pochamos.
2. Mientras vamos vaciando las berenjenas, con la ayuda del cuchillo le vamos sacando toda la pulpa, también os puede servir una cuchara, pero como no está afilada costará más trabajo.
Un truco es hacer dos cortes profundos en forma de cruz y luego para el cuchillo por los bordes de la berenjena, se vacía más fácil.
3.Picamos toda pulpa, y la echamos a la sartén junto con la cebolla y un pelín de sal. Las pieles huecas las ponemos a modo de tapadera sobre la sartén para que se vayan cocinando con el vapor, hay que mover la cebolla y las berenjenas de vez en cuando hasta que se vea que ha pochado todo.
Tener cuidado con las pieles, que queman. Las dos que ya tienen un color más marrón es porque llevan más tiempo cociéndose (las he puesto mientras vaciaba las otras). Cuando tengan ese color, ya están listas.
4. Cuando esté pochado añadimos la carne picada y el orégano, y mezclamos bien. Cuando la carne se vea ya hecha, vertemos todo en un bol y reservamos.
5, En esa misma sartén (sin limpiarla), hacemos la bechamel. Añadimos la harina junto con la mantequilla o el aceite, mezclamos bien y vamos añadiendo la leche poco a poco hasta que la textura sea cremosa. (si os salen grumos, siempre se puede pasar por la batidora, pero luego hay que cocinar la bechamel para que espese)
6. Mezclamos la carne con la bechamel, reservando un poco para cubrirlas después. Con ayuda de una cuchara, vamos rellenando las pieles, cubrimos con bechamel y queso rallado. Horneamos a 200 grados unos 10 o 15 minutos.