La coliflor gratinada se ha convertido en otro de los platos fijos en casa. Y es que no dejamos ni las migas, el secreto de la coliflor es no hervirla demasiado para que no pierda propiedades y empiece a oler mal.
Tanto el brócoli como la coliflor me gustan hervidos pero que aun conserve su cuerpo y textura, si nos pasamos de cocción, pierde cuerpo, color, propiedades, sabor...
Ésta receta es de lo más sencillo, y con esa bechamel con un poco de ajo y bacon (o jamón) se convierte en una autentica delicia. La prueba más contundente de que hasta los peques pueden comer coliflor, es que mis sobris cuando viene a casa me piden tanto brócoli como coliflor, y sólo la comen cuando viene aquí!! La manera de prepararla lo es todo!!
1. Hervimos la coliflor troceada, entre 5 y 10 minutos (dependiendo si nos gusta más o menos tierna, yo la hiervo 5 minutos porque me gusta al "al dente") y la dejamos que escurra bien. La colocamos en una fuente de horno.
2. En el vaso de la batidora añade la leche, la harina, la mantequilla, los ajos, el bacon o jamón y un pellizco de sal. Dale unos cuantos golpes, hasta que se vea que todo se ha mezclado bien. El bacon tiene que verse un poco, así que no hay que batir demasiado.
3. Vierte en una sartén y calienta a fuego lento sin dejar de remover. Ya verás como empieza espesar en cuanto coja temperatura. Cuando ya esté espeso, vierte la bechamel sobre la coliflor, espolvorea un poco de queso rallado y gratina en el horno hasta que esté dorado y tenga buen color. (Cuidado de que no se te queme!)
A veces le añado por encima un poco de pan triturado con un ajo, un poco de aceite de oliva y perejil. Le da un toque de sabor y un crujiente que es una autentica delicia!!