- 1 cebolla
- 1 cucharada de azúcar moreno
- Un chorrito Coñac, Brandy (o cualquier licor que tengamos por casa y sea dulzón), también se puede hacer con vinagre
- Una curcharada de mantequilla
En una sartén ponemos a fuego lento la mantequilla.
Cortamos la cebolla en juliana (tiras), y las echamos a la sartén. Cocinamos hasta que la cebolla esté tierna y casi transparente.
Añadimos el azúcar, y cuando observemos que empieza a desaparecer (se funde), echamos el chorrito de licor o vinagre. Movemos con cuchara de madera, y veremos como poco a poco, el liquido desaparece para dar lugar a una textura de caramelo fundido, con un bonito tono dorado. Apagamos el fuego, y dejamos que temple.
Ideal para acompañar patés, carnes, ensaladas, etc.