En mi versión, he cambiado la carne de cordero (que es mucho más cara) por carne picada de ternera. Pero nos sirve cualquier tipo de carne picada.
Os garantizo que vais a disfrutar este plato, además la costumbre es comerlo frío, así que si os sobra ya tenéis el aperitivo para luego. Tendrían que inventar el prueba-blog, para daros un poquito!!!
Podemos añadir más verduras, como el calabacín que va cocinado igual que la berenjena y se coloca sobre ella. El pimiento rojo le va genial, una pena que me siente mal.
- 250 gr. carne picada de ternera (si es de cordero mejor)
- 2 o 3 tomates grande maduros (también nos sirve una lata de tomate troceado en crudo, nos ahorrará mucho trabajo)
- 1 berenjena grande
- 1 cebolla
- Un poco de albahaca u oregáno
- 200 ml de nata para cocinar (crema)
- Un poco de queso rallado (si es grana padano mejor)
- Una cucharadita de maizena (opcional)
- 1/2 limón
- Aceite de oliva
- Sal

Cuando estén todas cocinadas las colocamos en la base de la fuente de horno, y como están blanditas las ponemos de forma que cubra toda la base.

2. Cocinamos la carne con la 1/2 cebolla picada y una cucharada de aceite de oliva, una vez cocinada la añadimos a la fuente de horno.
3. Pelamos y troceamos los tomates (sin que estén demasiado picados) añadiendo una ramita de albahaca y un pellizco de sal, y con un poco de aceite de oliva los vamos a cocinar a fuego fuerte , para el que liquido se evapore evitando que se nos haga salsa de tomate. Una vez cocinado, añadimos a la fuente de horno.

4. Disolvemos una cucharadita de maicena con la nata, añadimos el zumo de medio limón y batimos con energía, con un tenedor para que monte un poco.
Añadimos a la fuente de horno. Espolvoreamos con queso rallado y horneamos unos 20 minutos a 220 grados