Se lo hago a mi peque a menudo, y lo mejor es que siempre lo llevo cuando vamos a merendar con amigos o a salir fuera. Es una merienda perfecta, acompañada de una pieza de fruta. Al final el bizcocho lo devoran tanto grandes como pequeños.
Así que una vez más, comer sano no implica renunciar al sabor. Y más aún si tienes alergia al huevo o a la leche, o tienes problemas con el azúcar.
Perfectamente se puede hacer el bizcocho con la mitad de las cantidades. Es preferible no usar un molde que al verter la masa quede muy grueso, para evitar que se quede poco cocinado por dentro.
Es un bizcocho jugoso y un poco húmedo por la fruta que lleva, si queda compacto pero jugoso es que está bien cocinado.
- 180 gr. de harina de espelta, en Mercadona ahora tambien la venden junto con las harinas normales (puedes usar harina corriente)
- 2 plátanos
- 200 ml de leche coco (suele ser lo que viene en una lata, ahora en Mercadona la venden)
- Una vaina de vainilla (también se venden en el supermercado, junto con las especias) Puedes usar unas gotas de esencia
- 50 ml. de aceite de oliva virgen, o aceite de girasol si lo quieres de sabor más suave
- Una cucharadita de levadura en polvo o de polvo de hornear
- Un pellizco de sal
Precalienta el horno a 200 grados.
1. Aplasta los plátanos con un tenedor hasta hacer una papilla, añade la harina y haz una pasta con ayuda del tenedor. Añade el aceite y la levadura en polvo o polvo de hornear, y el pellizco de sal. Mezcla con ayuda del tenedor.
2. La lata de leche de coco cuando la abres, suele tener la parte grasa arriba y el agua abajo, puedes agitar la lata antes de abrir, o una vez abierta mezclarla con una cuchara.
Añade la leche de coco a la masa. Si vas a usar una vaina de vainilla natural, ábrela por la mitad a lo largo con una puntilla o cuchillo, y echar la pulpa (que son mini semillas negras) a la masa. Mezcla bien.
3. Engrasa el molde con un pelín de aceite y espolvorea con harina para evitar que se pegue al hornearse.
4. Vierne la masa en el molde, intenta que al menos tenga unos 20 centímentos de diámetro o un poco más para que no quede grueso. El grosor al verter la masa debe de ser de un dedo y medio o dos.
5. Hornea el bizcocho 30 minutos a 200 grados.
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