Hacer un crujiente de jamón serrano es muy sencillo, y lo mejor es que se hace en minutos.
Es ideal para acompañar cualquier plato, es un toque de lo más especial. Por ejemplo como aderezo en una ensalada, en una lasaña de verduras o arroz blanco.
Cuando lo probéis, seguro que se os ocurren miles de usos!!
- Unas lonchas de jamón serrano, tres o cuatro.
- Unas gotitas de aceite de oliva
En una sartén a fuego medio-lento colocamos las lonchas de jamón extendidas, y rociamos con unas gotas de aceite. Cocinamos unos minutos cada lado. Dejamos enfriar, al enfriarse el jamón se endurece. Machacamos en un mortero, y si no tenemos, pues con una picadora.