- 1 docena de alitas de pollo (ya separadas)
- Harina
- Aceite para freír
Es una receta de lo más simple, y está buenísima. Si lo acompañamos de salsa agridulce o de soja, el contraste es estupendo.
Repasamos las alitas quitándoles las plumillas que le queden.
Las pasamos por harina, pero a conciencia, asegurándonos de que no queda piel sin rebozar. Las sacudimos bien, quitándoles el exceso de harina.
Ponemos aceite suficiente para freírlas, cuando esté bien caliente el aceite añadimos las alitas y las freímos hasta que estén doradas.