Yo con las salsas, y sobretodo si son para pescado, no me complico mucho. Porque se trata de resaltar el magnifico sabor que de por sí tiene el pescado y no de disfrazarlo.
Ésta receta es rápida, sencilla, sana, sabrosa, ¿se puede pedir más?
Depende del tamaño del filete, calculamos uno o dos por persona.
- Filetes de ventresca de atún (yo los compro en mi tienda de congelados, que tienen productos de primera)
- 1 o 2 cebollas
- 1/2 vaso de vino blanco
- Una cucharadita de harina
- Aceite de oliva
- Una pellizco de pimienta y sal
- Un trocito de pastilla de caldo (opcional)
Cortamos la cebolla en juliana y la pochamos a fuego lento-medio con un poquito de aceite de oliva (una cucharada). Añaidimos una cucharadita de harina, mezclamos bien y cocinamos unos minutos (así la harina se cocina, y es el secreto de que la salsa sea suave)
Añadimos el vino blanco, pimienta, sal y un trocito de pastilla de caldo, mezclamos bien. Cocinamos hasta que se evapore el alcohol. Rebajamos la salsa con agua, echamos un poquito hasta que se integre. Y de poquito a poquito hasta que consigamos la textura deseada para nuestra salsa. Ya la tenemos lista.
Pasamos los filetes de ventresa por la sartén o plancha, regando con un pelin de aceite de oliva. Ya que cada uno lo cocine al punto que le guste.
Yo es que no perdono un pescado o una carne en su punto, para mí es la mejor manera de disfrutarlo. Pero por ejemplo a mi amorcete el pescado le gusta más hecho, ¡¡para gustos los colores!!