Es altamente adictivo, en casa nos hemos vuelto locos, aunque cuidando mucho de no abusar.
El cabello de ángel se elabora con un tipo de calabaza que se conoce como "calabaza confitera", "cidra" o "almizclera". Es muy diferente a la calabaza común, la piel es una corteza muy dura, el interior es más blando y sus pipas negras.
Cuando hervimos los trozos de calabaza los filamentos se deshilan practicamente sólos, con las manos terminamos de deshilarlo.
- Calabaza (confitera o cidra, vamos como la de la foto)
- Ázucar (la cantidad dependerá de cuanto pese la calabaza hervida y escurrida)
- 1 vaso de agua
- Una ramita de canela
Pelamos la calabaza, hay que reconocer que tiene la corteza dura. La cortamos en trozos, y los hervimos en una olla con agua hasta que los trozos estén tiernos (unos 20 o 25 minutos).
Escurrimos los trozos y dejamos enfriar. Con las manos terminar de deshilar los filamentos (toda la calabaza es filamento, toda), y volvemos a hervir unos 15 o 20 minutos.
Escurrimos otra vez, y dejamos un rato en el escurridor porque queremos que pierda toda el agua. Podemos remover con una cuchara para favorecer que pierda el agua.
Pesamos la cantidad de calabaza escurrida, y el resultado lo multiplicamos por dos, esa es la cantidad de azúcar que necesitamos.
En una olla añadimos el azúcar y un vaso de agua, a fuego medio. Vamos moviendo con una cuchara de palo hasta que alcance el punto de hebra.
Esto es, que el almíbar se va a poner meloso, podemos sacar un poco con la cuchara, soplarle un poquito y mojar dos dedos, juntarlos y al separarlos se verá un puentecillo de almíbar que se terminará rompiendo.
Llegados a éste punto, añadimos la calabaza y la canela, mezclamos bien. Movemos de vez en cuando hasta que se espese y no haya líquido. A mí me gusta éste tono, si lo queremos más dorado lo cocinamos un poco más de tiempo.