Tarta Huesitos

Os aseguro que será la tarta preferida por los más peques, porque está buenísima y por que la pueden hacer ellos mismos.

Es tan fácil que casi no es una receta, y podemos decorarla como queramos. En ésta ocasión la he hecho muy sencilla para que se pueda apreciar lo simple que es.

Eso sí, es un chute de calorías que ni os cuento!! Pero una vez al año no hace daño, y como no nos vamos a comer la tarta entera, sino un pedacito...

Las obleas las he comprado en Mercadona, no son nada caras y da para dos tartas o una muy gorda. Pero también las he visto en muchos supermercados y panaderías.

Tarta Huesitos con nocilla o nutella, crema de cacao y avellanas. Fácil, rápida y casera. Ideal para hacer con niños.


Tarta Huesitos con nocilla o nutella, crema de cacao y avellanas. Fácil, rápida y casera. Ideal para hacer con niños.
  • 12 obleas (o las que queramos, dependiendo de lo gorda que hagamos la tarta)
  • 1 bote de nocilla o nutella, (o 1/2 de los grandotes) (crema de cacao y avellanas)
  • Chocolate blanco para decorar (o la decoración que queramos)

1. La nocilla o nutella tiene que estar manejable, es decir, que lo propio es mantenerla tibia al baño maría. ya que en el microondas corremos el riesgo de quemarla. Es tan sencillo como tener en el bote de nocilla metido en un recipiente con agua caliente. Ya veréis que fácil se unta.



2. En el plato en el que queramos presentar la tarta, untamos un poco de nutella (para que la oblea se pegue un poco y la tarta no baile). Colocamos una oblea, y untamos de nutella. No hay que abusar, para que no sea empalagosa. Yo con una cucharada y media tenia para toda la oblea.

Si alguna oblea se rompe o quiebra, no pasa nada, seguimos untando nocilla que es como si fuera el pegamento de la tarta.

Y así hasta que alcancemos el grosor deseado. Luego podemos rallar chocolate y decorar la parte de arriba, o usar la decoración que más nos guste.

3. Un par de horas en la nevera, y lista!!

Meriendas caseras para una tarde de domingo....

Los domingos por la tarde siempre los he sentido como espacios para poder hacer lo que me apetece, es el último suspiro de la semana cuando ...