Es un salsa de la que no debemos abusar ya que es muy calórica, está hecha a base de queso, piñones, aceite, ajo y albahaca. Además al tener un sabor tan potente, no hace falta añadir mucha cantidad, para no tapar el sabor de la pasta y para no empachar.
En cuanto al queso, si se puede y encuentra es mejor usar el Parmesano Reggiano. Aunque el "Grana Padano" es muy similar, fácil de encontrar en las tiendas y mucho más económico. Yo suelo usa el Grana Padano, me encanta su sabor, la textura y el punto picante que tiene. No vale el queso que ya venden rallado, ya que el trozo de queso que usemos tiene que estar curado, es fácil encontrarlos en cuñas.
Compré la albahaca en maceta, así la corto y vuelve a crecer. Y siempre tengo la albahaca recién cortada en casa. Para ésta receta le he hecho una buena poda!!
- Un buen manojo de albahaca fresca, (más de 50 gr.) No sirve la albahaca seca.
- 1 diente de ajo (si nos gusta más fuerte, un diente de ajo más)
- 50 gr, de piñones
- 50 gr. de queso Parmesano Reggiano o Grana Padano
- Medio vaso de aceite de oliva virgen (aprox)
- Agua (para aligerar)
1. El queso lo podemos rallar o picar previamente, no hay que pulverizarlo, sino granularlo. (Si lo hacemos junto con el resto de ingredientes, se hará una crema). Reservamos aparte, para añadir al final.
2. Picamos el ajo y los piñones. No hay que picarlos a la máxima potencia o velocidad, hay que controlar que no queden molidos, tienen que quedar como granitos.
3. Añadimos la albahaca, y picamos con el mismo cuidado. Añadimos el aceite y mezclamos manualmente (para no emulsionar el aceite).
4. Añadimos el queso y mezclamos manualmente. Nos va a quedar muy espesa, así que vamos aligerando poco a poco con agua hasta obtener una textura más ligera.