Hace poco descubrí la pimienta jamaicana que no es difícil de encontrar, y seguro que la encontramos en grandes superficies o tiendas de especias.
Es una especie de baya con un sabor que no pica como la pimienta tradicional y además tiene muchos matices.
Y se según la Wikipedia...
"Se denomina Pimienta de Jamaica, Pimienta Gorda, Pimienta Guayabita, Pimienta Dulce, Pimienta Inglesa, Malagueta, Pimienta de Chapa (o Pimienta Chapa) o Tabasca es una especia procedente del árbol de nombre Pimenta Dioica. Sus frutos secos se emplean como condimento en diversos platillos y puede combinar fácilmente con otras especias. Su sabor y olor es similar al del clavo, canela, pimienta negra y nuez moscada; por ello en inglés se denomina "allspice" debido a esta combinación."
- 1 solomillo de cerdo
- 200 ml. de nata
- Un puñadito de pimientas de jamaica
- 1/2 pastilla de caldo
- Una cebolleta
- Un chorrito de vino blanco
- Aceite de oliva
Para hacer la salsa pochamos la cebolleta con un poco de aceite de oliva o mantequilla. Añadimos un puñadito de pimientas y media pastilla de caldo.
Trituramos con la batidora dejando a salvo la mitad de las pimientas (para luego decorar el plato), junto con un chorrito de vino blanco para facilitar el triturarlo. Añadimos la nata y mezclamos bien.
Es muy posible que nos queden trocitos de pimienta, pero si nos molesta esa textura, pasamos la salsa por un colador y listo.
Ponemos la salsa a calentar a fuego suave en un cazo y añadimos las pimientas que dejamos enteras, para que termine de ligarse y se evapore el alcohol del vino.
Servimos cortando el solomillo en rodajas, con la salsa de fondo.