El sabor es sorprendente, y en función de la especia que utilicemos, el resultado es genial. Con las especias de pinchitos que tenemos por casa, es suficiente para que salgan buenísimas.
Es el sustitutivo perfecto para evitar comer demasiada carne, aunque la carne aporta muchos nutrientes, siempre es mejor que la dieta esté mayoritariamente basada en frutas, verduras y legumbres. Y consumiendo más raciones de pescado que de carne.
- 200 gr. garbanzos cocidos (de bote, o en remojo desde la noche anterior y ya hervidos y tiernos)
- 1 calabacín
- Unas cuantas hojas de espinacas frescas (opcional)
- 2 ajos
- Una cucharada de especias (de pinchitos, o Ras el Hanout, o curry amarillo o rojo)
Rallamos el calabacín, y con papel absorbente intentamos quitar todo el agua que podamos (para que la masa sea más compacta)
Machacamos los garbanzos con un tenedor, añadimos los ajos bien machacados y las especias. Picamos las espinacas frescas y las añadimos junto con el calabacín.
Si queremos que la masa de las hamburguesas sea más consistente podemos añadir un huevo batido y mezclar bien. Pero no hace falta, si al cocinarlas se rompieran un poco, basta con volver a unirla con la ayuda de la espátula.
Formamos las hamburguesas con las manos, intentando hacerlas compactas. En una sartén con un poco de aceite, las cocinamos unos minutos por cada lado hasta que estén doradas. Se pueden comer así, o meterlas unos 15 minutos más en el horno a 220 grados, para que pierdan agua y sean más sabrosas.
Si quieres acompañarlas de una deliciosa salsa de yogur casera, te dejo el enlace aquí.